
Implicaciones de la socioafectividad en la práctica pedagógica de maestros en formación inicial
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Carmen Eugenia Carvajal Palacios
Jairo Paolo Cassetta Córdoba
Edgar Mesa Manosalva
como un proceso de autorreexión, que se
convierte en el espacio de conceptualización,
investigación y experimentación didáctica,
donde el estudiante de licenciatura aborda
saberes de manera articulada y desde
diferentes disciplinas que enriquecen la
comprensión del proceso educativo y de la
función docente en el mismo. Este espacio
desarrolla en el estudiante de licenciatura la
posibilidad de reexionar críticamente sobre
su práctica a partir del registro, análisis y
balance continuo de sus acciones pedagógicas;
en consecuencia, la práctica promueve el
desarrollo de las competencias profesionales
de los futuros licenciados. (p. 5)
Por su parte, el Departamento de Ciencias
Sociales de la Universidad de Nariño, considera la
práctica pedagógica como un proceso formativo
complejo hacia la profesionalización docente y
se fundamenta en una perspectiva curricular
crítica-reexiva; resalta la teoría y la práctica
como componentes básicos del conocimiento y
la acción pedagógica.
Los maestros son, por excelencia, los formadores
de niños, niñas y adolescentes que provienen
de contextos diversos, con características de
personalidad muy particulares, con ritmos de
estudio y aprendizaje individual y, de alguna
manera, marcados por contextos políticos,
económicos y sociales. Esto es suciente
para evidenciar la gran responsabilidad que
asume quien ejerce la docencia con vocación y
compromiso. Pero no son sucientes la vocación
y el amor por una profesión; es necesario
también, contar con una buena formación inicial
en los contextos universitarios, que garantice
la calidad de su trabajo como educador. Para
una mejor educación, una mayor educación,
decía Dewey (Acta Educativa, 2015); hoy
decimos que, para alcanzar una mejor calidad
educativa, es necesaria una mayor formación a
los docentes.
3. Resultados
Las implicaciones de la dimensión socioafectiva
en la práctica pedagógica son importantes
para el buen desempeño, para la resolución de
conictos, la construcción de relaciones sólidas,
sanas y pertinentes, el mejoramiento de la
calidad educativa y, la satisfacción del trabajo
realizado.
La familia, un factor que fortalece y/o
debilita el desarrollo socioafectivo
La gran mayoría de maestras en formación inicial
que participaron en esta investigación, proviene
de los municipios de Sandoná, La Florida,
Túquerres, Iles, Yacuanquer, Cumbal y algunos
corregimientos de la ciudad de Pasto, como
Catambuco y Cabrera. En general, describen sus
lugares de origen como espacios que “cuentan
con riqueza cultural, con carnavales, danzas,
gastronomía, desarrollo comercial”, entre
otras; “Son lugares tranquilos, acogedores y
biodiversos”.
La tendencia señala que los contextos en
los cuales crecieron estaban matizados por
la tranquilidad, la armonía y el respeto; las
personas con las cuales se relacionaban eran
amables, generosas y trabajadoras. Esta mirada
sugiere que fueron ambientes generadores
de bienestar, propicios para fortalecer su
desarrollo socioafectivo; esto es interesante
ya que, los contextos socioculturales inuyen
en el desarrollo social, moral y afectivo. En
consecuencia, dependiendo del contexto, cada
uno desarrolla su propia forma de percibir el
mundo y, así mismo, de relacionarse consigo
mismo, con los demás y con el entorno.
La familia sigue siendo el primer espacio, por
excelencia, de socialización; allí se recibe los
cuidados necesarios para crecer y desarrollarse
en distintas dimensiones: física, social, moral,
psicológica y afectiva, razón por la cual se
convierte en el lugar fundamental donde se
establece todas las bases de la formación
integral del ser humano, las que se espera sean
fortalecidas en el sistema educativo. En el caso
de este estudio, las relaciones familiares fueron
tejidas, en su mayoría, en torno a la madre,
quizá porque ella fue la encargada de su crianza
y cuidado, con quien compartían más tiempo,
lo que les permitió establecer vínculos afectivos
más fuertes y marcados por la conanza, como
se evidencia en la siguiente armación:
[…] las relaciones afectivas se han fortalecido
desde mi niñez con mi madre y mi hermana,
pues con ellas tengo conanza, hacemos
bromas, nos contamos lo que nos pasa; mi
mamá ha sido el motor de mi vida, ella siempre
me motiva a seguir adelante y me apoya en
todo; aunque he crecido, ella siempre me