Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero174the incidence of the humanities by reviewing the trends and training needs of students who perform the training practice to propose training guidelines in humanities.Therefore, its paradigm is qualitative with a hermeneutical approach, a critical reexive method, taking advantage of the review of documentary analysis, the open and semi-structured interview with a focus group, from the comparison and population analysis generated by the proposal. The sample chosen was made intentionally, in accordance with the strategy, availability and access to information, determined by the conditions of the students who carry out their training practice. As for the techniques of data collection, the interview, observation and review of documents are used, which make it easier to approach the problem eectively, compare it and generate an appropriate treatment to the demands of higher education in relation to the Humanities, and then originate new research that allows comparisons with other programs and universities.Key words: Research, university, tendency, formation, humanities, formative practice.Tendências na formação de Humanidades na UniversidadeA pesquisa faz uma revisão à projeção acadêmica das humanidades nos locais onde os alunos da Universidade Mariana realizam a prática formativa, está centrada na análise da incidência das humanidades a partir da caracterização e identicação das tendências e necessidades da alunos na prática formativa. Desta forma, artigo apresenta os achados encontrados no primeiro objetivo, que trata da caracterização das tendências de formação em humanidades como primeira resposta ao problema: Como as Humanidades afetam os alunos que praticam a prática formativa? E o objetivo geral que corresponde a analisar a incidência das humanidades, mediante a revisão das tendências e necessidades de formação dos alunos que realizam a prática de treinamento a m de propor diretrizes de formação em humanidades.Portanto, seu paradigma é qualitativo com uma abordagem hermenêutica, um método crítico reexivo, aproveitando a revisão da análise documental, a entrevista aberta e semiestruturada com um grupo focal, a partir da comparação e análise populacional gerada pela proposta. A amostra escolhida foi feita intencionalmente, de acordo com a estratégia, disponibilidade e acesso à informação, determinada pelas condições dos alunos que realizam sua prática de treinamento. Quanto às técnicas de coleta de dados, utiliza-se a entrevista, observação e revisão de documentos, o que facilita a abordagem do problema de forma ecaz, compara e gera um tratamento adequado às demandas do ensino superior em relação às Humanidades, e então originar novas pesquisas que permitam comparações com outros programas e universidades.Palavras-chave: Pesquisa, universidade, tendência, formação, humanidades, prática formativa.RESUMO1.IntroducciónEl escrito contempla aspectos de las humanidades que enfrenta la universidad en la situación actual, a partir de la revisión documental, en cumplimiento de su objetivo relacionado con establecer y/o carac-terizar algunas de las tendencias y posturas respec-to a la formación en humanidades asumidas en la actualidad. La investigación enfatiza en los estudiantes que realizan su práctica formativa en los diferentes pro-gramas. La muestra elegida es seleccionada intencio-nalmente por los investigadores, teniendo en cuenta la estrategia, disponibilidad y acceso a la información, de manera tal, que representa cada una de las faculta-des. Los motivos que llevan a investigar y entender la formación humana en estos estudiantes es constatar el valor agregado de las humanidades a los aportes tec-nológicos, cientícos e investigativos que entregan a las comunidades e instituciones con las que trabajan.A continuación, se comenta, en primer lugar, la incidencia de las humanidades a la inuencia que Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad175genera la cultura mariana en los espacios acadé-micos y formativos de forma procesual, progre-siva y propia durante la estadía del estudiante en la universidad, que se constata en la práctica formativa y se prolonga en la vida profesional y personal, como impronta que le da identidad y lo hace único. En la práctica, a lo largo de su proceso de formación, las humanidades cimentan los cri-terios para decidir, obrar y permanecer en la au-tenticidad humana. Esta caracterización es gene-rada por la experiencia de entender al ser humano como responsable de lo existente en el universo y en su entorno próximo.En segundo lugar, deja entrever algunas tenden-cias que actualmente inciden en las humanidades en los mínimos y en los máximos de la vida hu-mana, estableciendo el estilo de vida universitario y profesional, el cual se entiende como las condi-ciones que el docente tiene en cuenta para con-gurar e introducir al estudiante en la cultura de la Universidad Mariana, entre las que se tiene: la tendencia axiológica hacia la digitalización mun-dial, la tendencia a lo eco-social de lo bioético, a la conciencia social colectiva hacia la proyección social e internacionalización, a la criticidad propo-sitiva hacia la ocupación humana, hacia las compe-tencias blandas en vida compartida y la tendencia espiritual. En tercer lugar, se vislumbra ciertas posturas de formación en humanidades que le ha tocado afron-tar a la universidad, entre las cuales se destaca la del transhumanismo, el posthumanismo, la globa-lización, la economía, el impacto de la tecnología y los lineamientos del Ministerio de Educación Na-cional (MEN, s.f.) para la educación superior (ES).Seguidamente, la discusión gira en torno a las preocupaciones constantes que la universidad tie-ne frente a la práctica formativa, las tendencias y las posturas de formación en humanidades que se asoman a sus puertas y la implican. Finalmente, se concluye que la universidad ha es-tado en constante discusión, apertura y posición crítica ante el quehacer formativo de las humani-dades, su incidencia y efecto en la formación de los estudiantes.2.Tendencias de formación en Humanidades en la universidadIncidencia de las humanidades en la práctica for-mativaSe entiende como incidencia de las humanidades, la inuencia que genera la cultura mariana en los espacios académicos y formativos, de forma pro-cesual, progresiva y propia*, durante la estadía del estudiante en la universidad, que se constata en la práctica formativa y se prolonga en la vida profesio-nal y personal, como impronta que le da identidad y lo hace único. Esta incidencia en la práctica, a lo largo de su proceso de formación, cimenta los crite-rios para decidir, obrar y permanecer. Esta caracte-rización es generada por la experiencia de entender al ser humano como responsable de lo existente en el universo y en su entorno próximo. Al respecto, Cortina (2013), retomando a Snow, explica la palabra ‘cultura’ desde la academia, como dos subculturas que comparten el conjunto del bagaje humano: el ámbito de la curiosidad por el mundo natural y el aprecio por los sistemas simbólicos de pensamiento.De allí que: […] El vocablo ‘cultura’ se reere a ‘todo grupo de se-res humanos que vive en un mismo ambiente, y está vinculado por hábitos comunes, supuestos comunes y común manera de vivir’ (Snow, 1977b, p. 75). Desde esta perspectiva, en el mundo del saber topamos con dos grupos culturales: los intelectuales y los cientí-cos, que al parecer desarrollan formas de vida dife-rentes. […] Y continuando con Snow, tres problemas [serán planteados] en la convivencia de estos dos gru-pos, a su juicio: 1) Los intelectuales tratan de mono-polizar toda la cultura y la identican con la cultura tradicional, que es la suya. 2) Por otra parte, y ésta es la crítica más dura que Snow lanza a los intelectua-les, son luditas por antonomasia o, lo que es idéntico, irresponsables. Por eso no han entendido la revolu-ción industrial ni la han aceptado, cuando es, a su juicio, la única esperanza de mejora que existe para los pobres. Mientras los cientícos trabajan con op-timismo por un futuro mejor, porque les preocupa el bien de los hombres, los intelectuales se envuelven en la capa de su pesimismo y demonizan esa revolución que es la que en realidad puede mejorar la situación * De acuerdo a la RAE, el término ‘propia’ no signica posesión, en este caso, sino que hace referencia a aquello que es conveniente, adecuado, oportuno, ajustado. Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero176de los menos aventajados. 3) Por último, entre las dos culturas existe una gran incomunicación. Es de pri-mera necesidad que las dos culturas entren en diá-logo, y la educación es, obviamente, un buen medio para lograrlo. (Cortina, 2013, p. 208). Otro acercamiento a la incidencia es la articulación de los procesos académicos con su estado históri-co-axiológico, que favorece el desarrollo de habili-dades y destrezas generadas por los cursos de hu-manidades que están consignados en el currículo de los programas académicos a lo largo de la for-mación universitaria. Bo, (2004) muestra la razónequiparada en los ethos y favorecida por el afecto y la cultura que va dejando a lo largo de la historia de cada individuo, una serie de huellas históricas y formativas que permanecen, y es en la universidad donde encuentran su mejor nicho para ser compar-tidas, aceptadas y valoradas en comunidad. El esta-do histórico axiológico es la marca registrada que le da una impronta a todo lo que hace el estudiante y lo lleva a congurar su personalidad mariana. Se entiende como incidencia, aquel acontecimiento que se da en el aula para develar lo común para todo ser humano, que no es negociable, pero sí necesario. Pero, esa incidencia se entiende también como el lance de la criticidad, lo holístico y la multi-perspec-tiva, que son convocados para mostrar el perl del profesional que la universidad talla, aprovechando los cursos de humanidades.Las humanidades en este nuestro siglo XXI (la losofía, las lologías, la historia y la literatura) tienen por objeto, reexionar sobre esa intersubjetividad humana que es el vínculo entre sujetos, cada uno con su peculiar iden-tidad, sujetos que precisan reconocerse recíprocamente para hacer ciencia natural y social y para hacer conjun-tamente la vida cotidiana. (Cortina, 2013, p. 214). Criterios para decidirEmotividad y razón: en el sentido de lo humano, Maturana (1996) arma que: El convivir humano tiene lugar en el lenguaje; ocurre que el aprender a ser humanos lo aprendemos al mis-mo tiempo en un continuo entrelazamiento de nues-tro lenguaje y emociones según nuestro vivir. El vivir humano se da en el conversar. (p. 11).Recepción y Comunicación: se entiende la inciden-cia de las humanidades, como el desarrollo de las habilidades comunicativas en el arte de saber entre-gar la información de manera asertiva, coherente y en tiempo real. En la recepción de la realidad y su comunicación, urge desarrollar estrategias didácti-cas para que la información haga su labor, teniendo en cuenta su contexto, propósitos y, las característi-cas del profesional que necesita encontrarse con la sociedad, con personas diversas en la pluralidad.Lectura y análisis de textos: es la herramienta por ex-celencia para la formación de lectores críticos y propo-sitivos, puesto que la lectura del texto favorece al profe-sional para desenvolverse según una dialéctica cuyos polos extremos son, de una parte, la entrega total al li-bro, a su espíritu, al estilo y a la personalidad intelectual del autor y, de la otra, el distanciamiento de la obra, la concentración en los propios intereses y motivaciones desde los contextos en los que se desenvuelve, en un diálogo argumentativo y respetuoso (Salazar, 1967).Criterios para obrar. Las formaciones del ciudadano, acordes con los parámetros establecidos por la comu-nidad, procuran el bien común; así, la educación ética, como estado político en la memoria histórica, es un rasgo fundamental de la esencia de la paideia que lleva a constituir profesionales honestos (Jaeger, 2010).Legalidad y profesionalidad. La Universidad Ma-riana, preocupada por generar un perl universita-rio acorde con el programa elegido por el estudiante y respondiendo a las necesidades de la profesión, ha generado una serie de perles en cada programa, los cuales están fundamentados en los valores institu-cionales, que le dan una huella única, con relación a otras universidades locales y nacionales. Estos per-les están institucionalizados en el Reglamento de Educandos (2011), fundados en una formación inte-gral desde los principios axiológicos, espirituales y pedagógicos, que son articulados por los siguientes valores institucionales: Paz, Inclusión, Responsabi-lidad, Fraternidad, Respeto y Solidaridad. Además, el reglamento indica cuál es el perl del estudiante que se quiere alcanzar, que se evidencia en su prác-tica formativa y como egresado.Ejes de desarrollo institucional: Formación aca-démica con calidad y pertinencia; Investigación, Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad177Desarrollo tecnológico e Innovación con impac-to social; Identidad institucional; Interacción con el Entorno; Internacionalización; Modernización Administrativa.Criterios para permanecerLegado histórico: la incidencia de las humanidades es un memorial de encuentros, donde se comparte la crianza, para ser vivida y asumida a la luz de los principios universitarios académicos.Principios y valores institucionales: Paz, Inclusión, Responsabilidad, Fraternidad, Respeto, Solidaridad y Trabajo en equipo desde la individualidad.La ES en Colombia tiene su fundamento en la Ley 30 de 1992, como principio motor para entender a las humanidades en la incidencia social y profesional de los estudiantes en la Universidad Mariana. Así, esta ley entrega dos objetivos básicos que de alguna ma-nera se vuelven la carta de navegación: -Posibilitar el desarrollo de las potencialidades del ser humano de una manera integral que lo congure como profesio-nal idóneo para la construcción de ciudadanía y na-ción, y -Favorecer el pleno desarrollo de los alumnos y su formación académica o profesional.En este orden de ideas, surge la siguiente pregunta con respecto a esta ley: ¿Qué se entiende por desa-rrollo humano y cuáles son las dimensiones del de-sarrollo humano?Desarrollo humano: es considerado como el con-junto de características biopsicosociales propias de toda persona, que se pone en juego en la búsqueda del pleno bienestar y la autorrealización, acorde con las posibilidades y limitaciones personales, y del contexto social, económico, político, ambiental y ju-rídico en el cual se vive.Bo (2004) entrega las pistas necesarias para enten-der a las humanidades que trasforman al sujeto de estudio: la sociedad terrenal que, particularizada en la civilización contemporánea y construida por estructuras complejas, hace mello en éstas, con los principios de las humanidades; y la realidad del mismo ser humano con relación al contexto plane-tario, como exigencia de movilización histórica en el mundo.Entonces, surgirá la civilización de la etapa planeta-ria, de la sociedad terrenal, la primera civilización de la humanidad como humanidad en comunión, al n, con todas las cosas. Es importante que no dejemos que el sueño se quede en mero sueño. Urge poner las bases para su implementación procesual en nuestra vida dia-ria, y también dentro de las complejas estructuras de la civilización contemporánea. De esta perspectiva podrá nacer una nueva ética, expresión de un nuevo estado de conciencia de la humanidad y de la realidad, que len-tamente se fue transformando hasta inaugurar la fase globalizada del destino humano y de la Tierra. (p. 8).Dimensiones de las competencias humanas: Cognitiva. Es la manera cómo los seres humanos procesan la información.Procesos: Desarrollo de la inteligencia, Habilidades de pensamiento y Estrategias cognitivas.Corporal: se reere a la estructura física del ser hu-mano y a la manera como ésta es signicada por la cultura. Se compone de procesos perceptivos, es-tructuras óseo-musculares y los sistemas orgánicos. Social: es la interacción con otras personas para lle-var a cabo procesos de convivencia y de trabajo co-laborativo, mediante la asunción de normas, leyes y pautas construidas colectivamente. Procesos: formación y desarrollo físico-motriz, ex-periencia corporal, experiencia lúdica, inteligencia corporal, kinestésica, inteligencia espacial, asunción y seguimiento de las costumbres sociales, respeto a las diferencias culturales, interacción con otros, búsqueda y construcción de la identidad cultural, globalización y mundialización.Comunicativa: el lenguaje es el vehículo por medio del cual se congura el universo simbólico y cultu-ral de cada sujeto, en interacción con los otros y el mundo.Procesos: construcción de sistemas de signicación, comprensión, interpretación, análisis y producción de textos.¿Qué se entiende por competencia? Es la capacidad compleja que integra conocimientos, potencialida-des, habilidades, destrezas, prácticas y acciones que Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero178se maniestan en el desempeño idóneo en situa-ciones concretas, en contextos especícos; es saber hacer con calidad, en forma pertinente, adecuada y asertiva. Por lo tanto, la competencia implica co-nocer, ser, saber hacer y saber convivir, los cuales constituyen los pilares de la educación.• Se basan en el contexto.• Se enfocan a la idoneidad.• Tienen como eje la actuación.• Buscan resolver problemas.• Abordan el desempeño en su integridad.La incidencia de las habilidades humanas apunta a una educación integral en cuanto la enseñanza de las humanidades es vital para el desarrollo de la sensibilidad, la fraternidad y la imaginación, en lo cual el estudiante se debe formar de manera ecien-te para que pueda desenvolverse en contexto, tener y obtener mejores oportunidades. Para ello se debe tener en cuenta:• Saber pensar: conocimiento teórico de la actividad que se va a realizar. Ejemplo: Si una persona quiere manejar un carro, lo pri-mero que debe hacer es conocer el manual en cuanto a mantenimiento, conducción y recomendaciones preventivas y legislativas utilizándolas en benecio propio, del carro, los pasajeros y la ciudadanía.• Saber hacer: se reere a las habilidades y destrezas requeridas para realizar una acti-vidad. Ejemplo: para el caso de la conduc-ción de carro es necesario que el conductor tenga coordinación, rapidez y condición emocional/psicofísica.• Saber ser: a la luz de los valores individua-les y ciudadanos. Se reere a dos aspectos importantes:-Actitudes: es la forma de actuar ante cual-quier situación. En el caso de la conducción, es saber estar concentrado, tener sentido co-mún vial y reconocer que el carro puede ser un artefacto peligroso que tiene implicacio-nes en la vida familiar, social y personal. -Valores: las convicciones que integran nuestra conducta. Ejemplo: en la conducción se necesi-ta el valor de la prudencia, la tolerancia, el res-peto y la responsabilidad (Montenegro, 2009).¿Cómo definir metodologías y estrategias didácticas según los estilos de aprendizaje de los estudiantes, buscando desarrollar las competencias definidas para el área?En primera instancia:• Saber que, en la sociedad, los tiempos son cambiantes, que todos los días aparecen nuevos retos, nuevas trasformaciones y que la educación no es ajena a ello. Morín (1999) arma que es necesario tener puertos de cer-tezas para navegar por océanos llenos de in-certidumbres y Bauman (2003) sostiene que vivimos en una sociedad líquida y para ello urge tener convicciones, autonomía y con-ciencia crítica.• Saber que los seres humanos somos únicos, diferentes e irrepetibles en la manera de concebir que la realidad es diferente.• Aquí es importante la educación personali-zada que se trabaja sobre procesos y no so-bre contenidos. En segunda instancia:• Teniendo en cuenta lo anterior, el docente es un mediador que provoca la trasformación e innovaciones; de allí que el estudiante es un líder que no solo compite con los demás sino consigo mismo y con la vida.En tercera instancia, para denir metodologías y estrategias didácticas según los estilos de apren-dizaje de los estudiantes, buscando desarrollar las competencias denidas para el área, es necesario tener en cuenta:• Los factores de aprendizaje en cuanto a acti-tudes, aptitudes y contenidos Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad179• Los factores del estudiante en cuanto a vo-luntad, capacidad e inteligencia.En cuarta instancia, se requiere considerar las impli-caciones tripartitas de la educación de una escuela:• Constructivista: Saber aprender a aprender.• Lúdica: saber ser en formación.• Activa: saber hacer y aprender a convivir, que apunta a un aprendizaje signicativo porque reexiona, argumenta, crea, aplica, explica y resuelve problemas.En quinta instancia, pasar de las metodologías transmisionistas a metodologías centradas en el es-tudiante y en el proceso de aprendizaje que lleva a generar métodos activos, por cuanto analiza, con-fronta y genera propuestas conclusivas internas y externas al pensamiento, para lo cual es necesario contar con un liderazgo innovador, gestión, inter-creatividad, comunicabilidad y prácticas exitosas para el siglo XXI. En sexta instancia, que el estudiante sepa que el do-cente no es un sabelotodo sino un líder educativo que también está en proceso de aprendizaje y que, juntos, docente y estudiante, construyen conoci-miento; esto es lo que se llama humildad profesoral.¿Cómo evaluar de manera objetiva el desarrollo de conocimientos, habilidades y destrezas?La Ley 115, reglamentada por el Decreto 1860 de 1994, nos entrega las claves para una evaluación que responda a los intereses del estudiante, de la institu-ción educativa y de la nación. No se puede perder de vista a las humanidades, del quehacer universitario, dado que hoy, más que nunca, las sociedades exi-gen profesionales íntegros: que no solo sean cuerpo o cabeza, que no solo sean afecto o solo razón. Así, las humanidades le apuestan a la conguración de profesionales con sensibilidad crítica, capaces de generar conocimiento, economía, sociedad y tec-nología humanizante y humanizadora, que no solo sorprendan con nuevos inventos o estrategias, sino que autentiquen la verdadera cultura humana.3.Tendencias de las Humanidades, que inciden en la práctica formativa de la universidadLa Universidad Mariana enfatiza en algunas ten-dencias que inciden en las humanidades, que han llevado a establecer el estilo de vida universitario y profesional, entendido como las condiciones que el docente tiene en cuenta para congurar e introducir al estudiante en la cultura universitaria, nariñense, colombiana y, por qué no, latinoamericana. Por esta razón, se ha identicado las tendencias que inciden en los mínimos y en los máximos de la vida huma-na: una tendencia axiológica, una hacia la digitali-zación mundial, la tendencia eco-social bioética, la tendencia de la conciencia social, la tendencia hacia la proyección social e internacionalización y la ten-dencia a generar conciencia crítica y propositiva.Tendencia axiológicaEn la actualidad, las universidades les apuestan a los valores, como hecho natural para vivir en ciuda-danía. Cortina (2000) irrumpe diciendo:Tiene pleno sentido que una sociedad democrática y pluralista no desee inculcar a sus jóvenes una imagen de hombre admitida como ideal sólo por alguno de los grupos que la componen, pero tampoco renuncie a transmitirles actitudes sin las que es imposible la con-vivencia democrática. Sin embargo, la solución no con-siste en cambiar el rótulo de «moral» por el de «ética» en la asignatura correspondiente, sino en explicitar los mínimos morales que una sociedad democrática debe transmitir, porque hemos aprendido al hilo de la histo-ria que son principios, valores, actitudes y hábitos a los que no podemos renunciar sin renunciar a la vez a la propia humanidad. Si una moral semejante no puede responder a todas las aspiraciones que compondrían una «moral de máximos», sino que ha de conformarse con ser una «moral de mínimos» compartidos, es en denitiva el precio que ha de pagar por pretender ser transmitida a todos. Pero cambiar el título «moral» por «ética» no resuelve las cosas; más bien las resuelve el percatarse de que la moral democrática es una moral de mínimos y la ética es losofía moral. (pp. 17-18).Los valores en la humanidad existen a lo largo de la vida del ser humano; son lo mínimo como queha- Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero180cer moral en la reexión ética del ser humano ciu-dadano, que tiene en el aprendizaje y desarrollo de aquellos valores aprendidos en la casa, en el hogar y en el contexto de la crianza y con los que llega a la universidad, la impronta única que lo congura y lo identica para generar convivencia. Savater (1997) expresa: “¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado laboral, o formar hombres completos?” (p. 7). Posteriormente vuelve a tocar este tema, pero de manera más enfática, don-de insiste que se debe educar con ética para la res-ponsabilidad. De este modo, no se puede entender una tendencia axiológica, sin educación y sin ética. Este imaginario axiológico del ser humano tiene sentido en la universidad, cuando los estudiantes, a través de sus voces polifónicas en su comunicación simbológica, dan un signicado a sus sentimien-tos y creencias, y muestran que perciben un mun-do desde un sentido particular y social. Este tipo de estudios permite entender cuán importante es escuchar y comprender el sentir de los principales actores respecto a una comunidad de aprendizaje, y la apuesta por un entorno de relaciones afectivas como acto visible de su quehacer axiológico.Se orienta al cuidado de sí y del otro, que lleva a ocuparse de uno mismo; de allí las constantes re-comendaciones de la universidad por cuidar y pre-ver con principios y valores institucionales a favor de los suyos, y que son replicados por medio de las áreas instruccionales que son fundadas en los có-digos deontológicos de las profesiones y en los ma-nuales de convivencia. En el sentido de lo humano, Maturana (1996) arma que: El convivir humano tiene lugar en el lenguaje; ocurre que el aprender a ser humanos lo aprendemos al mis-mo tiempo en un continuo entrelazamiento de nues-tro lenguaje y emociones según nuestro vivir. El vivir humano se da en el conversar. (p. 11).Por este hecho, es imprescindible que la cátedra universitaria sea permeada de la axiología, para entender al ser humano como ser responsable de la convivencia universal, no solo como orientación trasversal en todos los cursos universitarios, sino también como espacio académico en donde la hu-manización se encuentra con el estudiante para ser reexionada. Al respecto el mismo Maturana (1996) enuncia:A mi juicio, y a pesar de todas las heterogeneidades, a pesar del tan loado «derecho a la diferencia», exis-te una base moral común a la que nuestro momento histórico no está dispuesto a renunciar en modo al-guno y que, a su vez, justica el deber de respetar las diferencias. A la altura de nuestro tiempo, la base de la cultura que se va extendiendo de forma imparable, hasta el punto de poder considerarse como sustento universal para legitimar y deslegitimar instituciones nacionales e internacionales, es el reconocimiento de la dignidad del hombre y sus derechos; el techo de cualquier argumentación práctica continúa siendo aquella armación kantiana de que: «El hombre, y en general todo ser racional, existe como n en sí mismo, no sólo como medio para usos cualesquiera de esta o aquella voluntad; debe en todas sus acciones, no sólo las dirigidas a sí mismo, sino las dirigidas a los demás seres racionales, ser considerado siempre al mismo tiempo como n». (p. 12).La Universidad Mariana, como las demás univer-sidad locales y nacionales, no es ajena a esta ten-dencia; le apuesta permanentemente a la tendencia axiológica como fundamento y base para construir y fundamentar en las profesiones y programas, to-dos los conocimientos cientícos, tecnológicos, eco-nómicos, políticos y sociales, bajo la certeza de que no se puede generar profesionales, prescindiendo de las humanidades.Al respeto, en el Modelo Pedagógico (Universidad Mariana, 2008), en lo referente al Área Institucional, se arma que la Universidad Mariana es un escena-rio de posibilidades para la formación integral; un espacio para el debate responsable, la crítica cons-tructiva y la generación de procesos conducentes al fortalecimiento de la docencia, investigación, pro-yección social y desarrollo humano integral.Así mismo, las políticas públicas de los países, en sus planes de gobierno, insisten en la humanización del ciudadano, soportando su discurso en los valo- Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad181res, como una tendencia cada vez más arraigada en la axiología.Disciplina y cátedra. Urge enfatizar que cuando se habla de disciplina, no se hace referencia a los sabe-res sino más bien a esa actitud permanente y cons-tante que se ha venido silenciando en detrimento. La disciplina, como lo expresan Ulloa, Crispín y Ra-mírez (s.f.), es: Podríamos suponer que los problemas de discipli-na no tendrían cabida en un contexto universitario, puesto que los estudiantes ya no son niños; están mo-tivados por la carrera que ellos mismos han elegido y se encuentran en condiciones de asumir las responsa-bilidades que esto implica; pero la realidad es que no siempre ocurre así y los problemas de disciplina son más frecuentes de lo que muchas veces quisiéramos. […]. Existen diversos factores que intervienen en la construcción y el mantenimiento de una apropiada disciplina en el aula –como la adecuada planeación del curso y de cada sesión, que se caracterice por te-ner una estructura clara y que permita un trabajo or-denado, incluyendo actividades variadas y en las que el estudiante participe de forma activa, pero en esta ocasión nos centraremos en lo relativo a las normas y a la comunicación. (p. 1).Los autores insisten en estos dos aspectos:Ante todo, en las primeras clases del semestre hay que establecer un encuadre del curso, que consiste en la explicitación de los procedimientos de trabajo, los criterios de evaluación, las conductas esperadas en el curso y las normas básicas a las que debe apegarse la actuación en el salón de clase. El encuadre ayuda a dar estructura al curso y a que el estudiante sepa lo que se espera de él y lo que puede pasar si no observa las reglas establecidas. Éstas deberán ser recordadas cuantas veces sea necesario a lo largo del curso, sin arbitrariedades ni preferencias. (p. 2).Y luego recuperan otro aspecto importante: “La co-municación adecuada entre el profesor y los estu-diantes es muy importante para prevenir posibles conictos a causa de la indisciplina. Es importante que el profesor no se enganche en discusiones con los estudiantes” (p. 2). Savater (2005) indica que el fundamento para que el ser humano nazca como ‘comunicación’ y con ello ‘la amistad’, es el encuentro permanente, insistente y en proceso para generar cultura sana, se diría que no solo con el profesor, sino en especial con la cáte-dra que se desarrolla en el aula de clases. El docente es un mediador para que el estudiante se enamore y arquee su vida con los conocimientos que genera en la cátedra de humanidades; para ello, disciplina y cátedra van unidas; es la insistencia permanente por generar coherencia entre aquello que se sistematiza en el cerebro y aquello que se hace; no se puede en-tender una disciplina individual y colectiva con el desarrollo de un curso, de un aprendizaje y de una formación permanente, que lo da dentro del aula de clases, en ese encuentro entre el docente, el curso y estudiante; el curso es el puente entre los dos seres (docente-estudiante). Por este aspecto apremia sacar del imaginario docente, el término ‘asignaturas de costura’, para pensar y mostrar que son necesarias en un mundo que exige transparencia, honestidad y respeto por lo encomendado.En un diario de España (2016), aparece un tema de opinión titulado así: Disciplina y ética: “[…] la ética tiene que imponerse a la disciplina. Si así se hace, lo público conservará siquiera unos adarmes de la dignidad arrasada y perdida” (párr. 2). De modo que, se corrobora que es necesaria la disciplina desde las directrices, no como se inculcaba en la educación pasada del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, sino como exigencia y proceso que cada vez se vuelve más esencial para generar ciudadanía. Quien no exige, no hace disciplinado su contexto, en un mundo cada vez más relativizado por lo inte-ractivo, virtual y cibernético; urge plantar las bases que superen la incertidumbre en puertos seguros, como lo expresa Morin (1999): Es necesario aprender a navegar en un océano de in-certidumbres a través de archipiélagos de certeza. […] La educación actual tiene grandes obstáculos para avanzar. Y por eso nuestros esfuerzos por una me-jor educación no prosperan. La educación del futuro debe considerar saberes que son normalmente igno-rados en la educación actual. Fragmentamos nuestro conocimiento en áreas especícas, pero no tenemos la visión del todo. Es necesario tener en cuenta el contex-to de los conocimientos, para que tengan sentido. El Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero182ser humano es complejo y multidimensional, porque es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racio-nal. Y el conocimiento, para que sea pertinente debe reconocerlo. El aprendizaje por disciplinas impide ver lo global y lo esencial y diluye la responsabilidad individual en la resolución de problemas. (pp. 3/6-7). Las humanidades ofrecen en sus cursos ese todo que los otros cursos disciplinarios pueden estar olvidando.Imagen y proyección social.Las humanidades en el siglo XXI gozan de una imagen importante en la oferta y demanda educativa, por lo cual todo estu-diante y aspirante a ser profesional, mira como una oportunidad para establecer una mejor condición de vida. Si en los siglos XIX y XX se enfatizaba en una formación para acumular bienes, ahora se mira como la oportunidad para establecer la armonía y la tranquilidad, en consonancia con una espirituali-dad que lleve a favorecer la salud vital individual y de sus entornos colectivos. Esto hace que se ponga la mirada en los valores, como un espacio para ge-nerar imagen profesional en las relaciones y en los encuentros con los otros. De esta manera, quien se siente estable, saludable y juvenil espiritualmente, puede acompañar los procesos de otros y mostrarse como modelo de vida en las interacciones.Por este motivo, las universidades le están apos-tando a la imagen de la institución superior desde la proyección social, como una oportunidad para posicionarse y ser protagonistas en medio de los retos y exigencias sociales, generando en el futuro profesional, la proyección y el compromiso social. Por esta razón la universidad se presenta con tres características:a) Enfoque altruista. No se entiende la institu-ción superior, sin la generosidad de ayudar permanentemente al necesitado, no como un paternalismo sino como una oportunidad de donación. Esta visión altruista se funda en tres aspectos: -Formación a la sociedad (anónima) no universitaria por universita-rios; -Donación de bienes y servicios de ma-nera gratuita y desinteresada y con ello, el tercer aspecto, -Generar en el universitario el testimonio de vida de compadecerse y so-lidarizarse con el otro.b) Perspectiva multidisciplinaria: los cursos de humanidades han entendido que si se quedan en lo meramente teórico, pierden la oportunidad de entender al ser humano en contexto y en necesidad; de allí que su prota-gonismo social lo hacen, fundamentándose en otras disciplinas de corte tecno-cientíco.c) Economía solidaria: esta visión, acuñada por primera vez en los documentos del Va-ticano II, ha tenido acogida por cualquier institución y, de manera particular, por las universidades, especialmente de corte reli-gioso; pero últimamente, es una insisten-cia permanente de humanizarse, por las situaciones que asechan a los seres vivos, causadas por el ser humano o por la misma naturaleza.Frente a ello, el Plan de Desarrollo Institucional (Universidad Mariana, 2014) comprende la identi-dad institucional, como compromiso y proyección social, entendidos como la integración de la uni-versidad con el entorno y la sociedad global, que comprende la pertinencia y calidad del desempeño de la comunidad universitaria (estudiantes, acadé-micos, investigadores y administrativos) a través de una gestión responsable del impacto educativo, investigativo, social y organizacional generado por la Universidad, mediante una interacción adecuada con la sociedad en búsqueda de la promoción de la dignidad humana y el desarrollo sostenible.Perl profesional.La sociedad ha puesto sus ojos en los profesionales, y mira cómo son desangradas las entidades que le han sido encomendadas; se han reducido los líderes y modelos de vida profesional y han sido suplidos por deportistas o artistas que en su mayoría no tienen un título profesional, o que lo han adquirido después, y que se muestran más profesionales que los egresados de una universi-dad. Al respecto Bo (2004) arma: “Nadie está hoy en condiciones de decirnos hacia dónde camina la humanidad: si hacia un abismo que nos tragará a todos, o hacia una culminación que nos englobará a todos” (p. 2).Es curioso que los programas universitarios hagan la presentación de la oferta universitaria desplegan- Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad183do el perl del profesional egresado. Esta tendencia ha llevado a que la institución ponga mucho inte-rés en la publicidad de la oferta académica de los programas, pero que no solamente se quede en esto, sino que también insista en la misión y visión insti-tucional, y para ello se engrana con las políticas de acompañamiento permanente de los estudiantes a lo largo de su formación. De allí que las insistencias universitarias son evidenciadas en cursos especí-cos para este acompañamiento y que han sido ubi-cados en las humanidades, como: Ética profesional, Bioética, Antropología, etc. Esta identidad universitaria en las universidades de corte religioso les da un valor agregado a estos cursos, que se podría ubicar desde cuatro compo-nentes, como los ofrece el Plan de Desarrollo Insti-tucional (Universidad Mariana, 2014):• La identidad institucional como política que enmarca los principios, valores de la univer-sidad y la dimensión teórica, epistemológica del ser y quehacer de la Universidad Maria-na.• La identidad como losofía, se enfoca al cumplimiento de formar “profesionales hu-mana y académicamente competentes, con espíritu crítico, sentido ético y compromiso social” (p. 16).• La identidad como espiritualidad que está articulada a la propuesta y misión compar-tida que hace la comunidad de Hermanas Franciscanas a la universidad, misión que se perla en un modo de ser, actuar y vivir de los miembros de la comunidad universi-taria.• La identidad como compromiso y responsa-bilidad social que implica articulación con la proyección social de la universidad y con los procesos de mejoramiento continuo, los proyectos institucionales y los contextos de actuación de la universidad.Esto es graticante en tanto los medios de comuni-cación han hecho tomar conciencia de la realidad, al divulgar todos los atropellos que se ha venido ha-ciendo por los responsables de las entidades públi-cas, institucionales y estatales. Lo cierto es que esta-mos entrando en un nuevo relleno de conciencia: la conciencia planetaria; sentimos la urgencia de una alianza entre los pueblos que descubren que están juntos para poder convivir de una forma mínima-mente pacíca, y que es necesario un cuidado espe-cial de la tierra y sus ecosistemas, si no queremos perder las bases de nuestra subsistencia. Esta peti-ción se dirige hacia los profesionales que ejercen su título universitario o están en formación; ellos son los pilares de la comunidad y en ellos está el dirigir o dejarla a la deriva. En este sentido, las humani-dades recobran un valor agregado en concienciar al estudiante en asumir responsabilidades que en los siglos pasados fueron obviadas y olvidadas.Siempre hay alguien que va a tomar la iniciativa; el movimiento profético ciudadano no ha desapareci-do; sigue surgiendo; en todos siempre va a haber ese líder y en medio de ellos, un tipo de líder particular: el profeta social, quien toma la iniciativa, conduce y decide. Esta particularidad lleva a cada grupo a organizarse, entenderse y proyectarse. Como lo in-dican los anglosajones, se evidencia en todos, como una oportunidad valorativa para generar redes vi-tales en la colectividad, y las humanidades se mues-tran como una opción.Los medios de comunicación y las denuncias per-manentes de los profesionales en torno a su queha-cer y hacer como personas en su ejercicio profesio-nal, ha llevado a identicar las humanidades desde la visión axiológica, a través de actividades que ayu-darán a los estudiantes a formar su propia imagen, su autoestima y conanza, con el n de que ellos mismos logren resolver los problemas en los que se vean inmersos y hagan los cambios que consideren pertinentes. El maestro será la ‘guía’ en el ámbito educativo; el ambiente debe promover la autodisci-plina interna; la enseñanza es personalizada, pues se adapta al alumno.Autoarmación profesional. Está unida a la ética, a la profesión, a las actuaciones cognitivas, epis-temológicas y a todo el quehacer del ser humano para realizar transformaciones e innovaciones con la mera presencia que indica su actuar creativo (De Bono, 1994). Esta orientación pone de relieve el pro- Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero184yecto personal de vida, como una opción plani-cada desde sus habilidades y el autoconocimiento de sus límites y alcances, el estado de ánimo para tomar decisiones de manera ecaz y saludable en el momento preciso, tanto para sí como para sus entor-nos sociales; para ello se insiste en la comprensión de las inteligencias múltiples que inciden en el de-sarrollo de las habilidades emocionales, espirituales y cognitivas (Gardner, 2011).De este modo, las humanidades fomentan lo que ya existe en lo más íntimo de la persona; le ayudan a encontrar lo que tiene en sí misma, siendo eminen-temente subjetivas para llegar a lo puramente obje-tivo, llevándola a reivindicar el papel de ser autora y creadora de su propia vida, desde la libertad y la creatividad, enalteciendo el yo real individual, con-siderándola como n en sí misma y no como simple instrumento para conseguir objetivos pragmáticos (Capó, 1986).Tendencia hacia la digitalización mundialLas redes sociales hoy en día son un factor determi-nante para decidir, transformar y asumir comporta-mientos humanos a favor del colectivo y, por ende, de la individualidad. Esto ha llevado a la universi-dad, a adaptar el currículo de los diferentes cursos que ofrecen los programas, sus estrategias de for-mación, evaluación y docente, sin dejar de lado la toma de posición consciente y responsable. Por esta razón se observa que las instituciones educativas superiores (IES) se encuentran en un momento de transformación, innovación y evolución a nuevas y diferentes formas de acercamiento al conocimiento y al intercambio de información, generando roles acorde a la metodología por parte de las mismas instituciones, docentes, estudiantes y comunidad académica universitaria, desde:a) Trabajo autónomo. Como aprendizaje de formación continua; implica el desarrollo de actividades y acciones que promuevan habilidades para fortalecer autoaprendizaje orientado y humanizado que acompañe su proceso, con apoyo de diferentes recursos y objetos digitales y de aprendizaje disponi-bles en las plataformas educativas virtuales implementadas en la universidad.Pero, ¿cómo inciden las humanidades en esta pri-mera característica? Pues bien, invitan a que el es-tudiante aprenda a tomar sus propias decisiones en la medida en que interioriza el saber-hacer; permi-ten que el estudiante construya y apropie el cono-cimiento mediante el desarrollo de las actividades propuestas no solo en el ámbito educativo, sino en todos los aspectos de la vida; y por último, inciden signicativamente para que las personas den solu-ción a las situaciones presentadas en contexto, sin depender de nadie, por cuanto son inherentes al ser humano, en la medida en que éste va madurando y consolidando su proyecto de vida (Arnaiz, Hernán-dez y García, 2008). Tienen unas características par-ticulares: autodirección, autoconcepto, motivación, responsabilidad personal y reexión crítica.b) Trabajo colaborativo. Implica la comuni-cación, participación, interacción, actitud, manejo interno del grupo, construcción colectiva de información, generación colec-tiva de conocimiento y retroalimentación; genera sinergia positiva de un esfuerzo complementario que lleva a desarrollar ca-pacidades y habilidades tales como: capa-cidad de escribir y redactar correctamente un informe, habilidad para participar en foros, chats y otros, capacidad para hablar en público, para analizar con el n de com-prender la información, razonar y resolver problemas, capacidad de negociar en me-dio de la diversidad de opiniones y percep-ciones de los miembros del grupo, creativi-dad e innovación como ventaja competitiva y distintiva tanto de las instituciones como de los profesionales (Keengwe y Onchwari, 2015).c) Formas de interacción. Es el valor agregado que fomenta la participación activa del uni-versitario en el intercambio de ideas, opinio-nes y desarrollo de actividades interactivas, clasicadas como herramientas sincrónicas o en tiempo real desde una coincidencia temporal: chat, video conferencia; asincróni-cas o que no son producidas en tiempo real, como el foro, los correos electrónicos, en-cuestas; y de seguimiento o de supervisión, como el acompañamiento, calicaciones, Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad185participaciones e informes de actividades, anuncios, calendarios en línea, entre otras.En el Decreto 1075, el MEN (2015) le apuesta al Ta-lento TI*, que busca promover la formación en carre-ras TI para impulsar la competitividad, investiga-ción, innovación y proyección internacional. Dicha alternativa desarrolla acciones en tres líneas prin-cipales: Cantidad, Calidad y Pertinencia; esto exige un desarrollo profesional docente, gestión de conte-nidos, educación virtual, fomento a la investigación y acceso a la tecnología.Para el presente siglo, la ES necesita imponer y revi-sar las estrategias del Sistema Nacional de Innova-ción Educativa con uso de las Tecnologías de la In-formación y la Comunicación (TIC), que describen las alternativas de formación y capacitación que lle-van al acceso del conocimiento mundial con apro-piación tecnológica y cumplimiento a los criterios de calidad que humanizan la formación integral (Campo y Restrepo, 1999).La invitación es hacia una educación virtual en la cual haya acompañamiento a la creación y/o trans-formación de nuevos programas virtuales para la ES desde el fomento a la investigación, bajo un for-talecimiento a grupos y proyectos de investigación en TIC y Educación, haciendo énfasis en innovación en el uso de TIC, para lo cual es necesario el acce-so a la tecnología con equipos de punta, conectivi-dad permanente, soporte y mantenimiento de los mismos para una mejor respuesta entre el conoci-miento y las comunidades virtuales. Esto exige el acompañamiento preventivo sobre el uso adecuado de las redes sociales y la interacción virtual (Lugo, Briceño y González, s.f.).Savater (2012) interpela:La humanidad tiene una capacidad increíble de po-ner cosas en marcha, y cada vez que desarrolla una nueva tecnología, la especie se interna en un cam-po donde habrá cosas buenas y malas, benecios y contrapartidas. Lo nuevo no siempre es sinónimo de bueno. Hay novedades terribles, y otras maravillosas. Y la mayoría tiene un doble rostro y hay que regu-larlo para que lo que nos ayuda predomine sobre lo * Talento TI signica formación en programas virtuales tecnológicos.que nos perjudica. Vuelvo a la energía nuclear porque es el mejor ejemplo. Ha supuesto un enorme avance, pero también puede ser una grave amenaza. La más grave que se pueda imaginar, de hecho, porque pue-de destruir el mundo, lo que también es una novedad radical. Pues bien, la obligación de los seres huma-nos no es ni prohibirla ni desarrollarla sin control, es regularla, porque se trata de una invención nuestra. (pp. 76-77).Las universidades, a lo largo del mundo, han orien-tado su formación en proyectar, hacer más asequible y cercana su formación a los estudiantes, de modo que la tendencia es inducir al docente universitario para que se prepare y proyecte su cátedra desde las tecnológicas digitales. Esta preocupación ha hecho que cada universidad, en medio de sus posibilida-des, tenga su propia plataforma educativa para de-sarrollar los conocimientos pertinentes y la adecua-da evaluación de los mismos.De igual manera, grandes multinacionales como Google, han visto una buena oportunidad para sub-sidiar de manera ecaz la educación universitaria, hasta el punto de que más del 40 % del desarrollo académico es consolidado desde estas ayudas edu-cativas, con orientación hacia incidir más y más en las aulas de clase. Esta tendencia ha hecho que los cursos salgan del salón de clases y se vuelvan per-sonalizados con el estudiante y el docente, llegando éste último a ser un asesor de procesos que el es-tudiante, al enfrentarse directamente con el conoci-miento mundial, pueda tener en tiempo real todos los procesos que se está gestando en otras universi-dades en red.Stramiello (2005) arma que “las transformaciones socioculturales originadas desde el último tercio del siglo XX han planteado desafíos a la educación” (p. 1) y entre los cambios más notables menciona:El desarrollo de las tecnologías de comunicación e in-formación que nos induce a referirnos a la sociedad del conocimiento o de la información como contexto global del accionar humano. Este continuo desarro-llo y ujo de información promueve grandes cambios organizacionales en diferentes niveles. El avance tec-nológico en este sentido ha satisfecho el anhelo del siglo XIX de contar con la mayor información posible para solucionar los problemas sociales, culturales, Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero186económicos, políticos. Por eso nos preguntamos: ¿Tal vez a destiempo la tecnología nos ha dado la llave del progreso? (p. 1).A pesar de que desde las Humanidades se hace re-sistencia y se advierte de las debilidades y conse-cuencias inhumanas que puede traer esta tenden-cia, también se muestra como una exigencia para desarrollar procesos de las mismas, como un buen aliado para hacer más agradables, cercanos y amis-tosos los cursos de humanidades. Así, en vez de un obstáculo, se vuelve una oportunidad de los medios y canales educativos de la educación digital global.El mundo avanza y amerita nuevos enfoques y mo-delos de enseñanza en las ciencias o disciplinas, por lo que es muy útil valorar el comportamiento de las TIC en la enseñanza de las humanidades, contexto en el cual cobran fuerza, porque se puede poner los recursos institucionales a disposición de la comuni-dad educativa (Domínguez-García y Cordoví-Díaz, 2013).Tendencia eco social de lo bioéticoEsta tendencia es el fruto de muchos esfuerzos man-comunados de los movimientos ambientalistas, y de pensadores como Morin (2011) con su propuesta de interpelar una conciencia ecológica para generar una conciencia ambiental:Las vías para responder a la amenaza ecológica no son sólo técnicas: se requiere una reforma de nues-tra manera de pensar para abarcar en su complejidad la relación entre la humanidad y la naturaleza, dise-ñar reformas de civilización, de sociedad y de vida. Esto implica la reforma del pensamiento, replantear la disyunción absoluta entre lo humano y lo natural, racionalizar la técnica y la inuencia del antropocen-trismo judeocristiano […] para preservar y ordenar adecuadamente el desarrollo a las exigencias de la naturaleza, que lleven a la toma de conciencia ecaz y solidaria con el planeta, cuya vida condiciona salvar a la Tierra del desastre; sólo así se puede ser ciudadanos. (pp. 20-21).La persona tiene un valor en sí misma cuando es reconocida su dignidad en comunidad, generando un ambiente diáfano, armónico y transparente; se procura que la persona supere esa tendencia del chisme, la intriga y la mala intención que destruye la dignidad del otro por causa de la globalización de la palabra por los medios de comunicación. No puede quedarse en los intereses individuales, olvi-dando los colectivos que favorezcan los individua-les, puesto que:La humanidad social no sólo es la condición más ínte-gra de los hombres, sino que también necesita el mar-co humano para conseguir manifestarse: los hombres se hacen humanos unos a otros y nadie puede darse la humanidad a sí mismo en la soledad, o, mejor, en el aislamiento. (Savater, 1997, p. 21). Existe una preocupación permanente para que el estudiante asuma en su profesión, la responsabili-dad de la vida en todas sus formas éticas con los seres vivos y con los seres no renovables, desde los principios bioéticos, sus fundamentos y los alcances de la responsabilidad que tiene frente al cuidado del sistema ambiental. Esta insistencia no es gratuita; es la necesidad humana que ha generado los grandes movimientos ambientalistas, repercutiendo en la educación universal; así, el Papa Francisco enfatiza y pone en discusión este tema en la academia: Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se pregun-tan cómo es posible que se pretenda construir un futu-ro mejor, sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos. Hago una invitación ur-gente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas, nos inte-resan y nos impactan a todos. (Francisco I, 2015, p. 13). Tendencia de la conciencia socialLas universidades se están orientando para que sus estudiantes generen habilidades reexivas proposi-tivas que les lleven a tomar decisiones asertivas en la solución y resolución de problemas, generando herramientas para participar con las fuerzas vivas de la ciudad, la nación y del mundo, que lleven a la resolución de conictos (Lederach, 1993).A. de Nicolás (citado por Masiá, 2004), en su crítica del sistema educativo actual, sostiene que: Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad187La renovación de la educación debería conducir a que desarrollemos todo el conjunto de posibilidades men-tales del alumno y luego, sobre esa base, proceder a las especializaciones. Si la universidad ha de ser, dice, una comunidad de personas libres, tenemos que desarrollar hábitos mentales de pensar por sí mismos, de pensar juntos, y de pensar dialogando. Para que esto sea posible habrá que fomentar, en los distintos niveles de la educación superior, los hábitos mentales que capacitan para que el alumno piense y actúe libremente. Esto es, obvia-mente, lo más opuesto a la manipulación y el adoctri-namiento ideológico. (p. 76).Poco a poco van apareciendo nuevas propuestas so-ciales dentro de las universidades, como el Apren-dizaje Basado en Retos (ABR), el “cual forma parte de una perspectiva más general del Aprendizaje Vi-vencial” (Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, 2015, párr. 1). Primero se aborda elemento de éste, para luego enfocar la dis-cusión hacia el ABR.El Aprendizaje Basado en Retos tiene sus raíces en el Aprendizaje Vivencial, el cual tiene como principio fundamental, que los estudiantes aprenden mejor cuando participan de forma activa en experiencias abiertas de aprendizaje, que cuando participan de manera pasiva en actividades estructuradas. En este sentido, el Aprendizaje Vivencial ofrece oportunida-des a los estudiantes, de aplicar lo que aprenden, en situaciones reales, donde se enfrentan a problemas, descubren por ellos mismos, prueban soluciones e interactúan con otros estudiantes dentro de un de-terminado contexto (Moore, 2013). El Aprendiza-je Vivencial es un enfoque holístico integrador del aprendizaje, que combina la experiencia, la cognición y el comportamiento (Akella, 2010). (Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, 2015, párr. 6).Tendencia hacia la Proyección social y la Interna-cionalizaciónAquello que no se promociona y no se hace cono-cer, tiende a desaparecer; hoy en día, la universi-dad se orienta hacia la internacionalización del conocimiento, que se funda en nuevas propuestas cientícas y tecnológicas, bajo el espíritu de las hu-manidades. Uno de los indicadores de calidad en las universidades es el de la internacionalización; el intercambio genera la interculturalidad e inter-disciplinariedad holística, pero, ¿cómo inciden las humanidades en este acontecimiento al cual es invi-tado el universitario?Los diferentes acontecimientos que suceden en el mundo, y de manera particular en el país, han lle-vado a un sentir permanente de las universidades por favorecer la ayuda compasiva y generosa, ha-ciendo que el docente integre en su currículo, ac-ciones sociales como proyección de los contenidos desarrollados en el aula, y que el estudiante desplie-gue un compromiso social directo con su realidad circundante, permitiendo el avance de habilidades intelectuales, altruistas, lantrópicas, propositivas y participativas, que lleven a la innovación y al re-conocimiento, como legado y patrimonio de la hu-manidad para todos. Esa visión lantrópica debe llevarlo a congurar su proyecto de vida desde esta tendencia.Zubiría (2006) señala que la sociedad, tanto a nivel internacional como nacional, requiere un buen nivel de comprensión lectora, habilidades para escuchar, tener ética y autodisciplina, orientación al servicio, trabajo en equipo e inteligencia emocional. Gaviria (2008) dice algo revelador, que orienta la presente descripción del problema de investigación:…yo creo que a la universidad lo que le incumbe, en primer lugar, es la formación de la persona; y de la formación de la persona se sigue la formación del ciudadano, y de la formación del ciudadano, se sigue entonces la formación del profesional. (p. 1).Tendencia espiritualEn los últimos siglos se ha puesto la mirada en el aspecto espiritual que visualiza lo afectivo como complemento de la razón, demostrando que el as-pecto espiritual favorece tanto el desarrollo saluda-ble de habilidades y destrezas intelectuales, como también el mejoramiento de la capacidad siológica y psíquica del ser humano en su camino de trans-formación de entornos. Esta experiencia espiritual Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero188está unida al ejercicio de meditación, confrontación y recuperación mental que se apoya en los ejercicios espirituales que ofrecen las religiones y, de mane-ra particular en la Universidad Mariana, la religión cristiana-católica. De hecho, en su Proyecto Educa-tivo Institucional (PEI, 2011), expresa que:Cumple su tarea respetando la identidad institucional y su confesionalidad, formando a los educandos en el marco de los valores que promueve la Institución, [inspirando] su quehacer en los fundamentos institu-cionales, que son los principios y valores que preten-de hacer vida en la cotidianidad universitaria. […] Se fundamenta en la espiritualidad cristiana - católica y mariana y en la espiritualidad de San Francisco de Asís y la Madre Caridad, […] mediante la interacción e integración permanentes con su entorno, y su com-promiso con el desarrollo social, económico, político y cultural de sus comunidades, […] en diálogo per-manente entre fe, ciencia y cultura. (pp. 5/11/42/45).Hoy en día, el problema no es la religión ésta o aquélla, sino su esencia, esa fuerza espiritual que genera espiritualidad y que inyecta vitalidad en el actuar individual y colectivo de la vida humana; de allí que la espiritualidad resurge de las llamas cul-turales, intelectuales, cientícas y técnicas que han opacado al espíritu y que ahora adquiere sentido en la realización humana como presencia del todo y autoarmación en y con el cosmos, donde “el espíri-tu que vela reapareciendo, hará siempre el resto. A través de la llama o las cenizas, pero como lo com-pletamente otro, inevitablemente” (Derrida, s.f., p. 667), en lo cual el profesional puede reconocer, asu-mir y generar convivencia amistosa. A esto se suma la inclusión del tercer género, la aparición de nuevas formas de familia y el respeto por lo diferente y la convivencia fraterna. Cada vez más se ahonda en el espíritu; se busca nuevas formas de encontrarse, y que el profesional, desde la universidad, genere ha-bilidades artísticas desde la inteligencia espiritual afectiva que le lleve a la resistencia en contra del po-sitivismo, relativismo, utilitarismo globalizante de la tecnociencia.Al dirigir la mirada hacia la realidad universitaria, el Documento de Aparecida (Vida Nueva, 2013) da algunas pistas que constatan la reacción en contra del materialismo capitalista y mercantilista que se incrementa en el ejercicio laboral, educativo y en la interacción social. El ser humano del siglo XXI está en una constante búsqueda de espiritualidad, de oración y de mística que expresan el hambre y la sed de espíritu. El punto de partida son las diferen-tes experiencias de Dios en la cultura, una acepta-ción y una apertura vital del mensaje de Jesucristo a la acción del Espíritu que lleva a generar un modo de vida. No se trata de transmitir una doctrina o una serie de enseñanzas, sino una experiencia pro-funda de la Buena Nueva o del nuevo anuncio.Por eso, la espiritualidad está unida a la ciencia desde la psicología; a la pastoral desde la misión – vocación – proyecto de vida, y la teología desde el estudio de cientíco de las experiencias de fe en Dios que una persona vive, comparte y celebra en comunidad a través de ritos, signos, símbolos en su contexto cultural. El itinerario formativo de los dis-cípulos misioneros, es indicado en el Documento de Aparecida (Vida Nueva, 2013):La espiritualidad trinitaria es el origen de aprender a vivir en comunidad, aprender a convivir en paz; es el encuentro entre el Padre creador con su Hijo salvador, y que de esa unión surge el Espíritu, paráclito para ser vivido y asumido en la comunidad creyente. De modo que en la espiritualidad cristiana que es trinita-ria, el origen y meta de la acción misionera es Dios tri-no, Dios comunidad. La espiritualidad de Dios es la espiritualidad comunitaria entendida como compro-miso con el otro desde la comunión y participación. La comunión en cuanto a delidad es estar adherido a los pies del maestro; y participación en cuanto que toda la experiencia de fe en Dios o seguimiento a Je-sucristo contribuye al cuidado de la Creación de todo y de todos, incluso del ser humano y de aquellos que no se conocen y están en el universo. (p. 240).Tendencia a generar conciencia crítica y proposi-tivaPara los griegos, la conciencia crítica está unida con la admiración y el asombro como actividad de reexionar para escudriñar, mientras que para los orientales es un ejercicio de contemplar para actuar. Para los alemanes es una habilidad de pensamiento que lleva a comparar y contrastar/confrontar, eva-luar conscientemente y monitorear el quehacer que Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad189se viene realizando. La criticidad en la persona es el estado dentro del cual la subjetividad y la objetivi-dad maniestan sus coyunturas y mediaciones para atreverse a cuestionar la realidad particular que lo afecta, que trae como consecuencia el desarrollo del pensamiento crítico constructivo edicado sobre la lectura crítica de algún hecho o situación. El punto de partida de la criticidad es la concientización que constituye en el hacer humano, el esfuerzo por re-exionar sistemática y globalmente sobre la existen-cia, la cual exige una racionalidad y una metodología que surge del mismo pensar. Cuando el ser huma-no reexiona sobre su realidad en general, a la vez reexiona sobre él mismo que, como individuo ad-quiere un estado actitudinal de interpretar, confron-tar, reconocer sus limitantes y vericar su tarea en el mundo, que lo lleve a una renovación permanente.Si es una condición de la persona, entonces le lleva a ser verdadero lector de la realidad, a contemplar, comprender y reexionar hacia dónde va su vida, si es necesario direccionar o mantenerla, mostrán-dose así como una habilidad del pensamiento que orienta a anticipar y que vaticina qué va a suceder. Así, para Nussbaum (citada por Navarrete, 2015), las humanidades deben fomentar el pensamiento crítico, entendiendo de antemano que éstas tienen como base, determinar el comportamiento de los se-res humanos según el contexto social en el que viva cada uno, ya que la sociedad cambia según la cultu-ra que se esté plasmando respecto a su origen, dado que a nivel mundial la cultura va a cambiar según el espacio cultural del individuo y esto va a inuir en que éste cambie y razone según los diferentes te-mas que se desarrolle en el mundo y a concebir un pensamiento y una posición respecto a la realidad que se le presente.Los estudiantes no solo deben dominar habilidades en áreas como lenguaje, matemáticas y ciencias, sino que también deben poseer habilidades transversales tales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la persistencia y el trabajo colaborativo. Sin embargo, en muchos países, los estudiantes no están desarrollando estas habilidades. (World Econo-mic Forum, 2015, citado por Méndez, 2018, párr. 1).Una persona con criticidad es auténtica, transparen-te, un verdadero profeta que anuncia esperanza en medio de la desolación, denuncia lo que no es legíti-mo y da testimonio el con su vida. “Paulo Freire, al hablar de este tema, dirá que urge pasar de la con-ciencia ingenua a desarrollar una conciencia crítica y autónoma para que se convierta en una práctica de libertad” (Pinilla, 2008, p. 20).Una persona con criticidad es un referente de cosas y conocedora de su entorno, que revisa de manera juiciosa y serena los peligros, desaciertos, angustias y satisfacciones, logros y frustraciones; una persona en estado de criticidad no habla por hablar ni cae en sosmas, sino que hace de sus vivencias y experien-cias un estado de investigación; por eso no especula sino que devela aquello que es real (CEPAL, 2003).La criticidad, como actividad del pensamiento, ayu-da a la persona a indagar el ‘dónde’, ‘cómo’ y ‘por qué’ de la realidad, desde el ejercicio lógico de pen-samientos. De ese modo se admira y se sorprende en forma libre y espontánea, como resultado de una reexión autónoma y argumentada que enriquece su conciencia, ayudando a comprender el entorno real en el que otros están sumergidos y del que tam-bién es partícipe, para buscar un cambio permanen-te. Una persona que vive la criticidad está en con-dición de cuestionar con fundamentos propositivos el sentido real de la totalidad dentro de la cual se contextualiza y desde la que pretende transformar los planos de la conciencia personal y colectiva, superando cualquier señal de exclusión y frontera (McLaren y Farahmandpur, s.f.).Entender el mundo desde una lectura crítica cons-truye el pensamiento humano indispensable en la formación personal del futuro profesional, no solo para generar una capacidad argumentativa, sino también en el ejercicio lógico propositivo de los pensamientos, que hacen del ser humano un ser de trasformación, trasformando en contexto (Freire, ci-tado por Cely y Sierra, 2011). Parafraseando a Giroux (1988), la criticidad en la persona ayuda a descubrir lo que hay ‘detrás’ de las cosas, más allá de las apariencias, iluminando la realidad de las relaciones entre los hombres. La cri-ticidad capacita a la persona a ser consciente de su actuar; nunca se retracta y siempre arma por qué lo hace; identica los límites de sus armaciones Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero190y del dinamismo que lo lleva a agruparse siempre más allá de los límites, para rediseñar nuevas reglas de lectura en todas sus formas (escrita, audiovisual y artístico-gestual). Esta concientización de la per-sona no es más que el acceso a la criticidad, como exaltación de la conciencia crítica.Alfaro (1998, citado por Aguilera, Zubizarreta y Castillo, 2005) plantea que el pensamiento crítico es saber aprender, razonar, pensar de forma creativa, generar y evaluar ideas, ver las cosas con el ojo de la mente, tomar decisiones y resolver problemas. No basta con ser crítico ante las realidades que se presentan en todas las dimensiones humanas en su interacción consigo mismo, con los otros y la natu-raleza; la universidad busca que esta criticidad se proyecte en la incidencia trasformadora social en contexto; así se la mira adherida al quehacer polí-tico, económico, deportivo, siológico cientíco y tecnológico y redes sociales; las grandes universi-dades están incidiendo en consulta y asesoría en los países. Hoy en día la universidad se orienta a ge-nerar espacios de criticidad propositiva. Puesto que como en el común se arma, si hace una crítica a una realidad, es porque tiene la solución a aquello que incomoda o no es coherente.Por su parte, Corona (s.f.) arma:La formación humanista aparece nuevamente como el emplazamiento idóneo para articular la comprensión de las condiciones en que se desarrolla la existencia humana en esta época de globalización. En efecto, a pesar de que las humanidades son un campo de saber milenario, siempre se han denido por reexionar sobre la realidad circundante en cada época y en los más diversos contextos. Por estas razones, en el siglo XXI las humanidades tendrán que pensar acerca de las múltiples condiciones en que se despliega la vida en la actualidad con toda la complejidad de los rasgos que delinean el perl de nuestra época, atendiendo las más diversas sonomías que han de tematizar los humanistas que el día de hoy pueblas (sic) las aulas universitarias. (p. 11).Las tendencias que han inuido en las humanida-des de la Universidad Mariana orientan al estu-diante a generar una serie de comportamientos que delinean el perl del egresado, sin perder de vista las individualidades; esto requiere revisar si se está apuntando a una humanización o solamente a las exigencias del mercado educativo que orientan la empresa mundial. Se vislumbra una desarticulación entre el ideal y la práctica formativa, puesto que las exigencias mundiales ya proponen un tipo diferen-te de profesional que hoy en día se recrimina en una serie de quejas porque no responde a los retos de la vida organizacional de las sociedades, ciudades y lo común de la especie humana.Tendencia hacia la ocupación humanaKielhofner (2011) ofrece el modelo de ocupación humana, en el cual explora lo que motiva a los in-dividuos, cómo selecciona ocupaciones, establece rutinas diarias y cómo inuye el entorno en el com-portamiento ocupacional. Tiene varios factores:• La motivación: como fenómeno complejo que nace de las necesidades e involucra elec-ciones asociables y racionales que llevan a la exploración y dominio, la volición que connota pasar de la motivación al proceso de la conducta voluntaria de disposición y elección.• La vida compartida en solidaridad.Aquellas vivencias que se construye en comunidad, fundadas en las convicciones personales ge-neradas por los procesos intelectuales, afec-tivos y los contextos en los que se involucra costumbres, hábitos, actitudes, aptitudes, para generar cultura. De este modo la uni-versidad se torna como vida compartida en solidaridad que nace en el aula y se prolonga fuera de ella y de la universidad. Así, todo encuentro docente-estudiante es edicante y genera enseñanzas.La vida compartida tiene dos aspectos claros: la participación de las individualidades en los proce-sos grupales que se vuelven exclusivos por los pro-gramas y carreras que centralizan las anidades; el segundo aspecto es la comunión; de este modo, la vida compartida es generar familiaridad con aque-llas competencias, habilidades y actitudes que se pone en maniesto. Esta tendencia coge cada vez más fuerza en el diario vivir, ya que se ve la nece- Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad191sidad de agruparse para aprender-enseñar y pro-yectar con el respaldo de ese otro que se sabe que se puede contar en dos ejercicios propios de la vida compartida: amarse y mirarse (Sancho, 2015).4. Posturas de formación en Humanidades que afronta la universidadPara afrontar esta encrucijada de una forma so-mera y como un esbozo al tema, se plantea y de-sarrolla el interrogante: ¿Cuáles son las posturas de formación en humanidades que ha asumido la universidad? Frente a ello se puede armar que la sociedad actual y futura está pasando por muchas posibilidades y peligros que le brinda el desarrollo tecno-cientíco, unido a la descontrolada modi-cación de la especie humana y el fomento de la in-terdisciplinariedad que permite afrontar desafíos éticos venideros; así se aborda, hablando de los desafíos del posthumanismo y el transhumanismo (Arana, 2017) en nuestra sociedad actual y sobre los cuales la universidad se enfrenta desde su en-señanza.El transhumanismoSurge a partir de unos interrogantes que Arana (2017) menciona como:El transhumanismo quiere contestar la pregunta de ¿a dónde vamos? y el posthumanismo pretende respon-der a la pregunta de ¿qué o quiénes seremos? Podríamos decir por consiguiente que se prioriza ahora el a dónde y se soslaya o minimiza el de dónde y el qué: pare-ce que lo decisivo no son nuestras raíces, ni siquiera nuestra identidad; lo que importa es nuestro destino en la medida en que nosotros mismos seamos capaces de propiciarlo. (p. 1). Son dos posturas que la universidad, a través del tiempo, ha venido afrontando y que hoy, más que nunca, debe asumir en la formación de sus estu-diantes en el transcurso de su profesión.Por tanto, ¿a dónde iremos con la globalización y la economía del desarrollo, el desarrollo sostenible, el impacto de la tecnología, la eciencia y la produc-tividad que pululan en nuestra realidad actual? De ahí que, como sostiene Corona (s.f.):Se explora aquí las condiciones que los medios de co-municación han establecido para la conformación de un sentido de realidad marcado por el impacto de la tecnología, y se cuestiona el tipo de educación pro-ductivista que el mercado demanda. Las humanida-des se perlan entonces como una de las escasas po-siciones críticas que aún se mantiene frente a un tipo de educación universitaria avasallada por el criterio de eciencia y productividad. (p. 1).El posthumanismoEsta propuesta busca responder a la pregunta de ¿qué o quiénes seremos?; esta pregunta desde el posthumanismo de Arana (2017): Se enfrenta a una nueva especie o categoría de seres, que ya no serán humanos, pero sí sus legítimos he-rederos. Si tenemos la fortuna de que no sean unos ingratos y, por supuesto, si no racaneamos a la hora de hacerles sitio, ni remoloneamos a la hora de entre-garles el testigo del progreso, tal vez nos dediquen un agradecido recuerdo y erijan algún tipo de monu-mento en memoria de sus humanos ancestros. Tal vez la nueva casta suponga la parusía denitiva o tal vez tenga, como nuestra especie, sus días contados antes de ser sustituidos por otros o acabar la saga de una vez por todas. (p.4). Frente a esta postura, la universidad no es ajena a su inuencia y busca hacerle frente al desarrollis-mo progresista en el cual estamos inmersos y que nunca para, asumido por todos los estamentos de la sociedad, incluyendo a la persona más sencilla, la más intelectual, la más pobre, hasta la más rica y pudiente, desde su formación en humanidades, con el propósito de que el profesional sea más conscien-te y responsable.La globalización y la economíaLa universidad viene siendo requerida por una edu-cación que esté acorde con una formación corpora-tiva, en su afán y búsqueda de la cooperación para el desarrollo económico, como uno de los principa-les impulsores hacia una formación en habilidades, destrezas y capacidades que la tecnocracia deman-da, para ser más competitiva en el mundo laboral actual. Ante esto, Fernández y Serrano (citados por Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero192Corona, s.f.) aducen que:Lo que sí se necesita, es un ejército de profesionales exibles para el mercado laboral y, en el mejor de los casos, ejecutivos con las habilidades y competencias señaladas (dominio del estrés, trabajo en equipo, li-derazgo, etc.). Y a ello es a lo que se quiere destinar la educación universitaria. Y no sólo a ello, porque se espera que las instituciones educativas respondan a las expectativas de los empleadores de contar con personal dotado de una especíca moral del trabajo: disciplina, responsabilidad, compromiso, productivi-dad, disposición a cambiar y, sin embargo, mantener la lealtad a la empresa. (p. 3). Difícil propuesta en este mundo ahora globalizado y manejado por la economía, que afronta la univer-sidad y sobre la cual debe dar respuesta desde la formación a sus estudiantes en cada camino de la profesionalización, cosa que no es ajena a la forma-ción en humanidades: profesionales responsables que generen una economía hacia el desarrollo, que no incremente la brecha de desigualdades que cada día es más creciente.El impacto de la tecnologíaEs evidente que la tecnología va creciendo y que cada día se vuelve más inteligente; es usada por las redes sociales que perlan al individuo situado e híper-conectado con cualquier lugar del mundo, creando, comercializando y haciendo uso de ella en cualquier ámbito social de la vida de ese individuo. Corona (s.f.) recalca que: Más allá del entusiasmo que los aparatos electrónicos puedan suscitar en las mentes inquietas de los universitarios de hoy, considero fundamental tomar en cuenta las consecuencias que pueden resultar del uso irreflexivo de estos dispositivos. Sería muy lamentable que el efectismo de esta sociedad del espectáculo produjera, sin ningún atisbo de resistencia, seres humanos a quienes les ha sido secuestrada su memoria y su experiencia, que ha quedado totalmente vaciada su conciencia de sí, y reducida su sensibilidad y sus emociones a formas de vida impuestas por la propaganda política y comercial; sería muy lamentable que solamente tuviéramos este tipo de ser humano, denido como un receptor que contempla el espectáculo general como si se tratase de un mundo constituido por dere-cho propio. (p. 13).La universidad recibe esta propuesta para involu-crarla de manera educativa, pedagógica y didáctica en los procesos de enseñanza, aprendizaje y evalua-ción; es decir, en los procesos de formación, claro está, siendo estos conscientes y creando conciencia de la creación o uso responsable de la tecnología y todos sus devenires, siempre en benecio de la construcción de humanización de su ser y todos sus congéneres.Lineamientos del Ministerio de Educación Nacio-nal para la Educación SuperiorEn cuestión de cómo se debe presentar la formación en humanidades, el MEN de Colombia (2007), según la Resolución No. 466 del 6 de febrero, dene las ca-racterísticas especícas de calidad para la oferta y desarrollo de programas académicos de formación profesional en Humanidades y Ciencias Sociales, y las especica en el artículo 2, el cual reere los aspectos curriculares en donde los programas, en especial estos dos, propendan por:1.Una formación integral que posibilite el desa-rrollo de la personalidad y de la responsabilidad social, el respeto a la diferencia y que incluya los aspectos éticos, culturales y políticos de la acti-vidad humana y profesional.2.El desarrollo de un pensamiento crítico, abier-to y reexivo, de competencias comunicativas, tanto orales como escritas y capacidades para la argumentación, la proposición, el análisis y la síntesis creativa.3.La cultura de trabajo en equipo e interdiscipli-nario para la conceptualización de problemas, la actividad investigativa y la propuesta de alter-nativas en la solución de problemas.4. La capacidad para formular y resolver proble-mas dentro de su campo profesional.5.El uso de las TIC, según la naturaleza del pro-grama. Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad1936.La apropiación de los fundamentos epistemoló-gicos, cientícos y metodológicos para el estudio y comprensión de la sociedad, la cultura y sus interacciones en el mundo contemporáneo.7.El estudio de la historia y problemáticas particu-lares de la sociedad colombiana y su posición en el contexto mundial. (pp. 2-3).En estas condiciones mínimas para garantizar la ca-lidad de la educación, se aduce a las competencias y a la formación integral, como propuesta para for-mar en humanidades, el desarrollo del pensamien-to, la resolución de problemas, el uso de las TIC, el estudio de la cultura y de las problemáticas de la sociedad, entre otros, propuesta que la universidad asume en dichos programas, para establecer su pro-puesta de formación.Y en los numerales del artículo 4, respecto al tra-bajo interdisciplinario y el perl de los programas en Humanidades y Ciencias sociales, el MEN (2007) menciona que:La formación teórica interdisciplinaria y en las com-petencias básicas y profesionales podrá ser desarro-llada de manera transversal. Cada institución organi-zará la estructura curricular y el plan de estudios de acuerdo con los componentes y las áreas anteriores, y con aquéllas que juzgue necesarias, en concordancia con su misión, su proyecto educativo y la autonomía universitaria. La estructura curricular y los conteni-dos deberán ser exibles; las estrategias pedagógicas y los contextos posibles de aprendizaje deberán ser expresados en créditos académicos. También deberán responder a las necesidades cambiantes de la socie-dad y a las capacidades, vocaciones e intereses parti-culares de los estudiantes. (p. 7).Dentro de la autonomía que se le brinda a la univer-sidad, esta propuesta de lineamiento normativo com-prende y aplica, como parte de la formación en huma-nidades, la transversalidad y la exibilidad dentro de sus currículos y, unido a ello, el estudio y respuesta a las cambiantes necesidades de la sociedad.5. DiscusiónLa formación en humanidades, una posibilidad para la universidad. A pesar de las variadas ten-dencias y posturas en humanidades avizoradas por la universidad, es posible continuar formando en ellas en este siglo XXI. La formación abre cami-no para dar respuesta a cada una de ellas sin im-portar cuál sea la primera o mejor, sino más bien cuál o cuáles hacen bien y mejor la construcción de humanidad en el debilitamiento de lo humano.La incidencia de las habilidades humanas apun-ta a una educación integral, en cuanto que la enseñanza de las humanidades es vital para el desarrollo de la sensibilidad, la fraternidad y la imaginación, en la cual, el estudiante se forma de manera eciente para desenvolverse en contexto, tener y obtener mejores oportunidades y a su vez apuntar a mejorar la calidad de vida de sí y de los suyos. La articulación de procesos académi-cos, con su estado histórico axiológico, favorece el desarrollo de habilidades y destrezas generadas por los cursos de humanidades que están consig-nados en el currículo de los programas académi-cos a lo largo de la formación universitaria. No se puede perder de vista a las humanidades, del quehacer universitario, puesto que hoy más que nunca las sociedades exigen profesionales ínte-gros que no solo sean cuerpo o solo cabeza, que no solo sean afecto o solo razón; así, las huma-nidades le apuestan a la conguración de profe-sionales con sensibilidad crítica, sentido ético y convivencia en paz, capaces de generar conoci-miento, economía, sociedad y tecnología huma-nizante y humanizadora, que no solo sorprendan con nuevos inventos o estrategias en los campos de las ciencias, sino que autentiquen la verdadera cultura humana.La incidencia de las tendencias en las humanida-des tiene gran preponderancia, en cuanto mar-can una impronta en el imaginario histórico del universitario, que se va construyendo a medida que cumple su ciclo estudiantil. Las tendencias identicadas en esta investigación están ubicadas en tres ámbitos que generan el perl de profesio-nal deseado, respondiendo a la misión y visión universitarias: el primero, el ámbito artístico; el segundo, el ámbito crítico social; y el tercer ámbi-to, el de trasformación social. Por esta razón, las tendencias son claves para responder a un perl integral que enfrente los retos permanentes del contexto, sin olvidar su realidad personal. Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero1946. ConclusionesLa universidad, en su afán por dar respuesta des-de la humanidad de sus profesionales, pretende responder asertivamente a la construcción cons-ciente y crítica de formar con la mejor manera en humanidades y, sobre todo, en el qué, el con qué y el cómo hacerlo, sin caer en los extremismos ni ideo-logismos. Se puede tener en cuenta los siguientes elementos para llevar a cabo dicha formación de los estudiantes en la universidad:Las tendencias que han inuido en las humani-dades de la Universidad Mariana orientan al es-tudiante a generar una serie de comportamientos que delinean el perl del egresado, sin perder de vista las individualidades; esto requiere revisar si se está apuntando a una humanización, o so-lamente a las exigencias del mercado educativo que orientan la empresa mundial. Teóricamente se vislumbra una des-articulación entre el ideal y la práctica formativa, puesto que las exigencias mun-diales ya proponen un tipo diferente de profesio-nal, que hoy en día se recrimina en una serie de quejas, porque no responde a los retos de la vida organizacional de las sociedades, ciudades y lo co-mún de la especie humana.7. Conicto de interesesLos autores de este artículo declaran no tener nin-gún tipo de conicto de intereses sobre el trabajo presentado. ReferenciasAguilera, Y., Zubizarreta, M. y Castillo, J. (2005) Estrate-gia para fomentar el pensamiento crítico en estudi-antes de Licenciatura en Enfermería. Educación Médica Superior, 19(4).Arana, J. (2017). Ante los desafíos del posthumanismo y transhumanismo. Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 162, 171-199.Arnaiz, P., Hernández, L. y García, M. (Coord.). (2008). Experiencias de innovación educativa en la Universi-dad de Murcia (2007). Murcia, España: Universidad de Murcia, Servicio de Publicaciones.Bauman, Z. (2003) Modernidad líquida. España: Fondo de Cultura Económica, S.L.Bo, L. (2004). Ética y Moral. La búsqueda de los fundamen-tos. Bilbao, España: Sal Terrae.Campo, R. y Restrepo, M. (1999). Formación integral: mo-dalidad de educación posibilitadora de lo humano. Santafé de Bogotá: Ponticia Universidad Javeriana.Capó, J. (1986). Psicología humanista y Educación. Anu-ario de Psicología, 34, 83-102.Cely, A. y Sierra, G. (2011). La lectura crítica, creati-va e investigativa para el desarrollo de las com-petencias comunicativas, cognitivas e investiga-tivas en la educación superior. DOI: hps://doi.org/10.21158/9789587560923. Recuperado de hps://repository.ean.edu.co/handle/10882/2771Comisión Económica para América Latina y el Ca-ribe (CEPAL). (2003). Los caminos hacia una so-ciedad de la información en América Latina y el Caribe. Recuperado de hp://www.cepal.org/es/publicaciones/2354-caminos-sociedad-la-informa-cion-america-latina-caribeCongreso de la República de Colombia. (1992). Ley 30 de 1992 “por la cual se organiza el servicio público de la Educación Superior”. Recuperado de hps://www.cna.gov.co/1741/articles-186370_ley_3092.pdfCortina, A. (2000). Ética mínima (6.a ed.). Madrid, España: Editorial Tecnos S.A.-------. (2013). El futuro de las humanidades. Revista Chile-na de Literatura,84, 207-217. Diario de León. (29 de octubre de 2016). Disciplina y Ética. Recuperado de hps://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/disciplina-etica_1110525.htmlDe Bono, E. (1994). El pensamiento creativo: el poder del pensamiento lateral para la creación de nuevas ideas (12.a ed.). Barcelona, España: Editorial Paidós Ibérica.Derrida, J. (s.f.). Del Espíritu. Heidegger y la cuestión. Recuperado de hps://redaprenderycambiar.com.ar/derrida/textos/heidegger_1.htm Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Tendencias de formación en Humanidades en la Universidad195Domínguez-García, I. y Cordoví-Díaz, F. (2013). Valor-aciones de las TIC en la enseñanza de las humani-dades. VARONA, 56, 41-47.Gardner, H. (1983). Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica. Barcelona, España: Editorial Paidós Ibérica.Gaviria, C. (2008). Hay que defender la autonomía uni-versitaria. Uni-Pluri/versidad, 8(3), 1-4.Giroux, H. (1988). Teachers as Intellectuals. Toward a Criti-cal Pedagogy of Learning (Critical studies in Education & Culture). Massachuses: Bergin & Garvey Publishers, Inc.Jaeger, H. (2010). The “echo state” approach to analysingand training recurrent neural networks – with an Erratum note. México: Fondo de Cultura Económica.Keengwe, J. & Onchwari, G. (2015). Handbook of Research on Active Learning and the Flipped Classroom Model in the Digital Age. North Dakota, USA: University of North Dakota.Kielhofner, G. (2011). Modelo de ocupación humana: teoría y aplicación (4.ª ed.). Madrid, España: Editorial Médica Panamericana.Lederach, J. (1993). Elementos para la resolución de conic-tos. Medellín, Colombia: Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia.Lugo, C., Briceño, J. y González, M. (s.f.). Estrategia de in-novación educativa y uso de TIC para el aprendizaje (Étic@). Recuperado de hp://www.computadoresp-araeducar.gov.co/sites/default/files/inline-files/Es-trategia%20Pedagogica%20de%20CPE%20ETICA.pdfMasiá, J. (2004). Bioética y Antropología (2.a ed.). Madrid, España: Universidad Ponticia Comillas.Maturana, H. (1996). El sentido de lo humano (8.a ed.). Chile: Dolmen Ediciones.Mclaren, P. y Farahmandpur, R. (s.f.). La enseñanza contra el capitalismo global y el nuevo imperialismo. Una peda-gogía crítica.Madrid, España: Editorial Popular.Méndez, F. (2018). Qué es el aprendizaje basado en retos y cómo transformará las escuelas de todo el mundo. Recuperado de hps://culturacolectiva.com/estilo-de-vida/modelo-de-aprendizaje-basado-en-retosMinisterio de Educación Nacional (MEN). (s.f.). Propues-ta de Lineamientos para la Formación por Competen-cias en la Educación Superior. Recuperado de hps://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-261332_ar-chivo_pdf_lineamientos.pdf-------. (2007). Resolución No. 466 del 6 de febrero de 2007 “por la cual se dene las característicasespecí-cas de calidad para la oferta y desarrollo de program-asacadémicos de formación profesional enHumani-dadesyCiencias Sociales”. Recuperado de hps://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-119030_ar-chivo_pdf.pdf-------. (2015). Decreto No. 1075 “por medio del cual se ex-pide el Decreto Único Reglamentario del Sector Edu-cación”. Recuperado de hps://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-351080.htmlMontenegro, I. (2009). Aprendizaje y Desarrollo de las Com-petencias. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la edu-cación del futuro (Trad. Vallejo-Gómez, M.). Barcelona, España: Editorial Santillana.-------. (2011). La vía: para el futuro de la humanidad. Barce-lona, España: Paidós Ibérica.Navarrete, S. (15 de diciembre de 2015). ‘Las humani-dades deben fomentar el espíritu crítico’: Martha Nussbaum. El Espectador. Recuperado de hps://www.elespectador.com/noticias/educacion/human-idades-deben-fomentar-el-pensamiento-critico-marth-articulo-605830Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey. (2015). Aprendizaje Basado en Retos. Recuperado de hp://eduteka.icesi.edu.co/articulos/edutrends-10-2015Papa Francisco I. (2015). Carta Encíclica Laudato Sí.Re-cuperado de hp://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.htmlPinilla, M. (Ed.). (2008). El cuidado de lo humano en el con-texto universitario. Aportes de un equipo de psicólogos.Bogotá: Editorial Ponticia Universidad Javeriana. Revista UNIMAR37(1)- Rev. Unimar - pp.173 -196.ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116, Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2019.Juan Pablo Arcos Villota, Luis Francisco Melo Rosero196Presidencia de la República de Colombia. (1994). Decreto 1860 de 1994 “por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 115 de 1994 en los aspectos pedagógicos y or-ganizativos generales”. Recuperado de hps://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=1289Stramiello, C. (2005). ¿Una educación humanista hoy? Revista Iberoamericana de Educación, 36(8). DOI: hps://doi.org/10.35362/rie3682777Salazar, A. (1967). Didáctica de la Filosofía. Lima, Perú: Editorial Arica.Sancho, A. (2015). La vida compartida: amarse y mirarse II. Barcelona, España: QM Editorial.Savater, F. (1997). El valor de educar. Barcelona, España: Editorial Ariel. -------. (2005). Malos y malditos. Barcelona, España: Punto de Lectura.-------. (2012). Ética de urgencia. Barcelona, España: Edi-torial Ariel.Ulloa, J., Crispín, M. y Ramírez, J. (s.f.). La disciplina en el contexto universitario. Recuperado de hps://ibe-ro.mx/formaciondeprofesores/Apoyos%20generales/wp_AD-ED_Disciplina.pdfUniversidad Mariana. (2008). Modelo Pedagógico de la Uni-versidad Mariana. San Juan de Pasto, Colombia: Edito-rial Universidad Mariana.-------. (2011). Reglamento de Educandos. Recuperado de hp://www.umariana.edu.co/docinstitucionales/reglamento-educandos.pdf-------. (2011). Proyecto Educativo Institucional (PEI). Re-cuperado de hp://www.umariana.edu.co/docinsti-tucionales/pei.pdf-------. (2014). Plan de Desarrollo Institucional. Carta de Navegación 2014-2020. San Juan de Pasto, Colombia: Universidad Mariana.Vida Nueva. (2013). Documento de Aparecida – V Conferencia General del CELAM (2007). Recuperado de hps://www.vidanuevadigital.com/documento/documento-de-aparecida-v-conferencia-general-del-celam-2007/Zubiría De, J. (2006). Las competencias argumentativas: la visión desde la educación. Bogotá, DC.: Cooperativa Editorial Magisterio.