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Niveles de lectura como estrategia didáctica en la resolución de problemas matemáticos en estudiantes del grado
sexto de la Institución Educativa La Mata, municipio Chimichagua, Cesar
Carlos Andrés Benjumea-Moreno
Yenis Maria Castilla-Sierra
Gustavo Adolfo González-Roys
Revista Criterios - 28 (2) julio - diciembre 2021 Rev. Criterios - pp. 150-173
ISSN: 0121-8670, ISSN Electrónico: 2256-1161,
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia.
del estudio matemático no debe ser la solución
del problema sino los pasos que se da para
lograr la solución, porque esos pasos conducen
a conocer, a pensar, a reexionar, lo que
permite desarrollar la capacidad analítica de
los educandos, la construcción de aprendizajes
signicativos y a fomentar el gusto por las
matemáticas.
Al respecto, Vega (1992) dene una situación
problema como “aquella que exige que el
que la resuelva, comprometa en una forma
intensa su actividad cognoscitiva. Es decir,
que se emplee a fondo, desde el punto de
vista de la búsqueda activa, el razonamiento y
elaboración de hipótesis” (p. 15). Por tanto, el
docente debe procurar plantear situaciones que
sean capaces de provocar y activar el trabajo
mental, sin limitarse a problemas rutinarios que
los estudiantes resuelven en forma mecánica,
sin ningún esfuerzo cognoscitivo, solo en la
búsqueda de una solución.
Igualmente, en el nivel inferencial los resultados
señalaron dicultades relacionadas con la
comprensión de los temas y las preguntas
derivadas de estos, la explicación de las
ideas globales, la deducción y la generación
de conclusiones a partir de lo leído, procesos
característicos de este nivel, en consonancia
con Gordillo y Flores (2009) cuando expresan
que el lector debe ser capaz de obtener datos a
partir de lo leído y sus propias conclusiones, a
partir de la codicación de palabras clave y del
establecimiento de combinaciones selectivas
de éstas. Por otra parte, en el nivel de
lectura crítica, los estudiantes que dieron sus
aportes para la prueba diagnóstica, mostraron
dicultades relacionadas con su perspectiva
ante lo leído, la intención del mismo y las
preguntas que suscita el texto, pertenecientes
todos a este último nivel de lectura donde,
según Goodman (citado por Romero y Salgado,
2015), un texto cualquiera pone a prueba
en el estudiante el entramado de ideas y
argumentos, enfrentándolo con un contexto,
una tradición o un género y aportando además
elementos para una comprensión más cabal y
compleja del texto.
Por otra parte, los resultados de la revisión de
autores especialistas en las temáticas de los
niveles de lectura, de la resolución de problemas
matemáticos y el uso de las estrategias
didácticas para potenciar el aprendizaje,
constituyeron otro de los valiosos puntales para
comprender la situación problemática abordada
para, desde allí, continuar la búsqueda de
respuestas a la pregunta investigativa. De esa
manera, la revisión de la literatura aportada
por Durango (s.f.), Santiago et al., (2005), así
como Sastrías (2008), posibilitó entender la
importancia de la lectura para el desarrollo del
pensamiento humano. Igualmente, Meléndez
(2003) Pineda y Lemus (2005), Gordillo y Flórez
(2009), a través de sus postulados, condujeron
a comprender en el lector en el nivel literal,
su iniciación cuando comienza el proceso del
aprendizaje formal de la lectura; es decir, en
los primeros años de básica primaria, pues
permite a los estudiantes adquirir habilidades
para reconocer, localizar e identicar la idea
principal de un texto, entre otros indicadores.
Por su parte, Santiago et al., (2005), así
como Santiuste y López (2005), permitieron
al investigador, entender cómo el nivel de la
lectura implícita del texto, es decir, inferencial,
posibilita en el estudiante la construcción de
inferencias, la comprensión de relaciones
y asociaciones, la explicación de las ideas
y la generación de conclusiones, sumando
información a los saberes previos. En cuanto
al nivel de la lectura crítica, la revisión apuntó
al trabajo de Goodman (citado por Romero y
Salgado, 2015) quien, a través de la revisión
de su literatura, permitió entender el interés
especial que debe tener un docente en lograr
que sus estudiantes comprendan, a través
de la lectura crítica, la materia tratada, sea
por identicación personal, por estudios o
área de trabajo, a n de tomar una postura
argumentada hacia lo comprendido en el texto
leído.
En cuanto a la resolución de problemas
matemáticos, Carrillo (1995) y Royo (citado por
Cárdenas et al., 2015) permitieron ver este tema
no como un producto, sino como un proceso a
aprender; una tarea compleja que amerita su
abordaje de un modo consciente, pues ofrece al
docente la posibilidad de organizar la diversidad
existente en el aula, siendo un marco ideal para
la construcción de aprendizajes signicativos y
fomentar el gusto por la matemática, cuando
se es asumida como un proceso comprensivo
de aplicación a contextos reales. Bajo ese
escenario, se consideró importante el aporte
registrado a través del Centro Nacional para
el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia
y Fundación CAVENDES (1998), al plantear las
características que debe tener un buen problema
matemático, lo cual contribuyó grandemente
en el diseño de la estrategia. Adicionalmente,
Moreno (2000) y el MEN (2010) hicieron posible